19 Mar 2014 marzo 8-9 Travesías circulares en Etxalar y en Lantz
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Travesías circulares en Etxalar y en Lantz.
La mañana del sábado amaneció tal como se había anunciado: soleado y con buena temperatura. Partimos desde Etxalar, y poco a poco fuimos ganando altura, por sendas que discurrían entre caseríos, prados y pequeños bosques.
Casi sin darnos cuenta llegamos al collado de Lizarieta, para afrontar la subida al primero de los picos de la travesía, el monte Ibantelli. Vuelta al collado, para adentrarnos en el territorio de las palomeras. Hay un itinerario específico para poder conocerlas, y en este tramo coincidía con nuestro recorrido. A lo lejos veíamos el monte Atxuria o Peña Plata, que se erguía por encima de los demás. El sol también comenzaba a calentar. Tras una subida empinada, con un tramo final no tan cómodo, alcanzamos la cumbre. La vista era impresionante: Mendaur, AiakoHarria, Larrun, los pueblos de Lapurdi, Auza, Adi, Saioa, y a lo lejos los Pirineos cubiertos por nieve. Era el momento adecuado para comer, beber, y disfrutar del paisaje. Y vuelta a la caminata. Bajamos a un collado, para subir posteriormente al monte Zentinela, tras pasar por la estación megalítica de Orizki. En adelante era todo bajada, no siempre cómoda, hasta llegar a Etxalar: agradecimos muchísimo la fuente de agua limpia y fresca, para poder beber, refrescarnos, y lavarnos. Habíamos hecho 21 kilométros, con un desnivel positivo acumulado de 1.400 metros.
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Travesia circular Etxalar. Todas las fotografias en este enlace.
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Travesía circular en Lantz
El domingo amaneció también despejado, pero más ventoso que el sábado. Salimos de Lantz por el camino que lleva al monasterio de Belate, para abandonarlo a la altura de Loiketa, y continuar por un bosque de hayas. Una vez abandonado el bosque subimos a través de senderos de ganado hacia Algorrietakogaina, donde decidimos reponer fuerzas. En frente teníamos el monte Okolin, y siguiendo los mugarris llegamos a su cima: aunque la pendiente no fuese excesiva, el fortísimo viento lateral hacía que progresásemos de manera muy costosa. Descansamos del viento en la parte más protegida, y partimos hacia el Saioa. Primero había que bajar a un collado pisando nieve, y comenzar la subida. Pero lo realmente reseñable era el viento: teníamos que hacer verdaderos esfuerzos para mantener en equilibrio; la fuerza del viento en ese momento es un recuerdo que todos llevaremos de esta travesía. Tras llegar a Saioa, y viendo que allí no se podía estar con comodidad, bajamos al collado de Sagardegikoy comenzamos la subida a Zuriain. En la cima, las condiciones del viento eran mejores, y pudimos comer y beber. Lo que nos quedaba era más fácil, terreno de bajada, con buen tiempo y un bonito entorno, al principio en un sube y baja por un cordal, para bajar después a una pista, internarnos en el bosque, y coger un sendero precioso, que era como un regalo para el montañero. Exploramos también unas antiguas minas abandonadas, y llegamos a Lantz con la satisfacción de un bonito día de montaña, en una zona que muchos no conocíamos. Y en total, 22 km, y 1.200 metro de desnivel positivo acumulado.
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Travesia circular Lantz. Todas las fotografias en este enlace.