27 Mar 2014 mazo 22 Travesía Ainhoa-Birarrai (GR-10) 3. etapa.
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Travesía Ainhoa-Bidarrai (GR-10) 3.etapa.
Después de haber dormido en Ainhoa la noche anterior, nos despertamos con la intención de hacer la etapa 3 de la travesía GR-10; Ainho-Bidarrai. Según el parte meteorológico se esperaba un día pasado por agua, y como queriendo confirmarlo nos despertamos con una mañana lluviosa. Pero habíamos tomado la firme decisión de realizar el recorrido de todos modos, y nos pusimos en marcha hacia el monte Erebi que se puede divisar desde el pueblo de Ainhoa.
Nada más empezar, el camino asciende un desnivel interesante de 500m en pocos metros. Se pueden ver varias cruces por el camino, y es que se trata del camino Via Crucis que asciende hasta la Ermita D´Aubépine. Una vez en la loma, se ven las tres grandes cruces con los hombres crucificados en ellos, y testigo de enterramientos, varias cruces y estelas funerarias. La lluvia y el viento se hacen notar todavía, por lo que sin pasar mucho tiempo seguimos adelante.
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Desde este punto el camino es agradable y muy llevadero, con apenas desnivel. Bordeando el monte Erebi, pasamos de Col de Troix Croix. Cerca de los picos de Atxulegi y Gorospil después, hasta el collado de Col des Veux. Cerca está el gîte d´etape de Esteben. En este punto, por camino asfaltado de más pendiente nos dirigimos hacia el collado de Mehatze. El camino asfaltado se dirige hacia el pico Artzamendi donde se encuentra una estación de comunicaciones. En el collado vemos un dolmen y crómlech. En el recorrido, de vez en cuando, las nubes cogen cierta altura y nos dejan disfrutar del entorno.
Girando a la derecha, por camino cubierto de suave hierba, notamos que vamos descendiendo poco a poco. Vemos en frente el macizo de Iparla, que va desde Bidarrai a Baigorri. De repente, el camino desciende con un desnivel fuerte, y debemos tener cuidado porque estaba mojado y pedregoso. Cuando el camino se convierte más llaneado, unas escaleras nos llevan hacia un agujero en la pared. Se trata de HarpekoSaindua, una pequeña cueva en la que en su interior se encuentra una estalagmita de forma curiosa, que dicen que tiene forma de humano, y se cree que pertenece a la imagen de un “santo”. Según la creencia, el agua que recorre esta formación especial sirve para curar enfermedades relacionadas con la piel y la vista. Pudimos ver como en modo de algún tipo de ofrenda, varias fotos y monedas habían sido depositadas por los creyentes. Entre nosotros también hubo quien, por si acaso, froto su mano con la piedra.
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Los últimos kilómetros los hicimos por carretera asfaltada y llegamos al pueblo de Bidarrai. No hubo parte de nuestro cuerpo que no estaba empapada. Fue increíble la recompensa de cambiarnos la ropa y la comilona que hicimos. Contentos por haber realizado el recorrido que teníamos planeado.
Todas las fotografias en este enlace.
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